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Calostro la primera defensa del recién nacido

El Calostro

Es la primera secreción de la glándula mamaria, un líquido amarillento y espeso de alta densidad y poco volumen que se produce durante los primeros 3 a 4 días después del parto. El color amarillo del calostro se debe a las altas concentraciones de beta caroteno un pigmento natural con acción antioxidante (Comisión de Lactancia MINSAL, 2014). En los 3 primeros días postparto el volumen producido es de 2 a 20 ml, siendo suficiente para satisfacer las necesidades del recién nacido por su capacidad gástrica reducida. El volumen total de calostro producido depende del número de tomas y puede ser en las primeras 24 horas de unos 100 ml en total (UNIZAR, 2013).

El calostro es el primer alimento que recibe el recién nacido y sus beneficios no sólo son nutricionales sino también inmunológicos, tanto así que es considerado como la primera vacuna.

COMPOSICIÓN QUÍMICA DEL CALOSTRO

La composición química del calostro es diferente a la leche “madura” (aquella que se produce después del cuarto día postparto en promedio) siendo compatible con la madurez del intestino del recién nacido. Por ejemplo, contiene menores cantidades de lactosa, grasa y vitaminas hidrosolubles que la leche madura, mientras que contiene mayor cantidad de proteínas, vitaminas liposolubles (E, A, K), carotenos y algunos minerales como sodio y zinc.

                                                                  

La concentración de proteínas del calostro más alta que en la leche madura, provoca un aumento de la presión osmótica y por tanto una mayor retención de agua del cuerpo del recién nacido, evitando la pérdida de peso del mismo (Sabillón & .Abdu, 2014).

En el calostro la concentración promedio de Inmunoglobulina A (Ig A) y la lactoferrina, proteínas protectoras del sistema inmune están muy elevadas, y aunque se diluyen al aumentar la producción de leche, se mantiene una producción diaria de 2-3 gramos de IgA y lactoferrina.

Además, las concentraciones de linfocitos y macrófagos también se encuentran elevados en el calostro (100.000 mm3) confiriéndole al recién nacido una eficiente protección contra los gérmenes del medio ambiente (Campos, Fairut Carrillo, Loaiza, & Giraldo, 2010) que ningún sucedáneo (leche de fórmula) puede reemplazar.

Las inmunoglobulinas o anticuerpos que la madre formó como respuesta a las enfermedades a lo largo de su vida, pasan al bebé a través del calostro; confiriéndole protección inmune hasta que empiece a madurar el propio sistema inmunitario, alrededor de los tres años (Sabillón & .Abdu, 2014).

Respecto al contenido de vitaminas, La vitamina B12 y la vitamina B9 se encuentran combinadas con una proteína impidiendo que las bacterias proliferen, pues estas precisan ambas vitaminas para su desarrollo. Las vitaminas A y C también se encuentran en niveles muy elevados en el calostro, previniendo afectación ocular y reforzando aún más el sistema inmune (Campos, Fairut Carrillo, Loaiza, & Giraldo, 2010).

¿Sabías que…El calostro protege más a los prematuros?

La leche de la madre del bebé pre témino o prematuro tiene un alto contenido de Nitrógeno, un 20 % más a la leche de un bebé que nació a término. Aunque los aminoácidos son similares, esta es más rica en IgA, proteínas, sodio, y cloruro, y contiene menos lactosa. Además, contiene más colesterol, fosfolípidos y ácidos grasos insaturados de cadena larga como mecanismo compensatorio a su prematurez.

En conclusión, el calostro está ajustado a las necesidades específicas del recién nacido a término o pretérmino y sus beneficios se traducen en los siguientes aspectos:

  • Facilita la eliminación del meconio (primeras heces).
  • Facilita la reproducción del lactobacilo bífido en el lúmen intestinal del recién nacido que es una barrera ante infecciones.
  • Los antioxidantes y las quinonas que aporta son necesarias para protegerlo del daño oxidativo y la enfermedad hemorrágica.
  • Las inmunoglobulinas que contiene cubren el revestimiento interior inmaduro del tracto digestivo, previniendo la adherencia de bacterias, virus, parásitos y otros patógenos.
  • El escaso volumen permite al niño organizar progresivamente su tríptico funcional, succión-deglución-respiración.
  • Los factores de crecimiento estimulan la maduración de los sistemas propios del niño.
  • Los riñones inmaduros del neonato no pueden manejar grandes volúmenes de líquido; tanto el volumen del calostro como su osmolaridad (concentración de sólidos) son adecuados a su madurez.
  • Inhibe la formación de IgE, que es la principal inmunoglobulina implicada en las reacciones alérgicas (Comisión de Lactancia MINSAL, 2014).
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