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SI CAMBIAS TUS HÁBITOS, CAMBIAS TUS VIDA

Cuando hablamos de un estilo de vida saludable no nos referimos únicamente a una buena saluda o condición física, sino que también debemos tomar en cuenta el bienestar psíquico y mental. Ahora, la pregunta mas importante es como llegamos a tener un estilo de vida, y bueno como ya los dijimos la clave esta en mantener un equilibrio entre ambos aspectos, por eso desde la perspectiva de salud y bienestar, los buenos hábitos de alimentación cumplen un papel fundamental. (FACUA Andalucía, 2010)

Primero debemos conocer que los hábitos de alimentación son todas aquellas conductas o comportamientos que cada persona va adquiriendo a desde la infancia y que influyen en todos los aspectos que giran en torno a nuestra alimentación como la selección de alimentos, los métodos de coccion de los mismos, entre otros más. (Barriguete Meléndez, y otros, 2017)
Conociendo esto, podremos definir las pautas que nos llevaran a adoptar hábitos de alimentación saludable:
Inculcar buenos hábitos de alimentación desde la infancia: diversos estudios han demostrado que la enseñanza de buenos hábitos de alimentación en los niños y en la adolescencia actúa como una herramienta preventiva para los problemas de salud en la etapa adulta, además de que se mantienen durante toda su vida. Sin embargo, un aspecto a considerar es que la mayoría de los hábitos que se adquieren de la infancia resultan de la imitación de las conductas de sus padres y demás figuras adultas. (Montesinos Barrios, 2014)

 

Hábitos alimenticios desde la infancia

Hábitos alimenticios desde la infancia

Nota. Tomada de Oncosalud.pe. Fuente: Villarán Manuel, 2020

 

Alimentación adecuada: Comer de manera saludable, equilibrada y sobre todo variada nos proporcionara de los nutrientes necesarios para mantener un estado de salud óptimo. Un herramienta de gran utilidad para una alimentación saludable es la educación alimentaria para que las personas puedan desarrollar una buena relacion con la comida y tomen decisiones consientes acerca de la calidad y la cantidad de alimentos que consumen. Por último, como parte del equilibrio en la alimentación están las preferencias alimentarias, por ello debemos evitar las restricciones alimentarias y reconocer el valor de la necesidad de ciertos alimentos no tan sanos que forman parte de nuestra cultura. (Colmenares Capacho, Hernández González, María Alejandra, Espinosa-Castro, & Hernández-Lalinde, 2020) 
Ingesta suficiente de agua: Consumir una cantidad de líquidos adecuada forma parte de los buenos hábitos de alimentación ya que el agua colabora de manera significativa en muchos de nuestros procesos fisiológicos como la digestion de los alimentos. A pesar de que se han establecidos recomendaciones generales para la población sana de un consumo diario de entre 1,5 a 2 litros diarios, cada individuo tiene requerimientos hídricos diferentes por lo que es preciso el reconocimiento de las necesidades de nuestro cuerpo. (Galarza & Cabrera Gálich, 2008)
Prioriza tus tiempos de comida: el entorno y el tiempo en que nos alimentamos influye de manera relevante en nuestros hábitos alimenticios; por ello debe ser primordial generar un ambiente adecuado a través de por ejemplo la comida en familia o la sencilla accion de comer sentados en una mesa en lugar de hacerlos parados o acostados, asi mismo el tiempo en el que consumimos nuestros alimentos no debe ser apresurado ni desorganizado, es decir, evitar saltar comidas, finalmente es importante que ese tiempo sea un momento para disfrutar y compartir para ello evita las distracciones, date un momento para agradecer el alimento que vas a consumir, come despacio y gozar del sabor de las comidas. (Díez , 2012)

 

 Importancia del tiempo de comida

Nota. Tomada de enlinea.santotomas.cl. Fuente: Navea Sebastián, 2016

 

Crea tu propio estilo de vida saludable y no el de las redes sociales: como ya sabemos el ambiente social influye significativamente en la adopción o formación de nuevos hábitos de alimentación, especialmente las redes sociales las cuales suelen favorecer conductas contrarias a los buenos hábitos de alimentación; asi mismo, la información e imágenes inapropiadas acerca de la alimentación y otros factores relacionados como la imagen corporal que se muestran pueden resultar delicadas para ciertas personas impulsando conductas alimentarias de riesgo asociadas a los TCA (Trastornos de la conducta alimentaria). Para evitar que esto sucede siempre es importante mantenerte bien informado acerca de estos temas relacionados con la nutrición, y si deseas iniciar un cambio en tu alimentación acude con un nutricionista especializado y sobre todo aprende a escuchar a tu cuerpo y sus necesidades. (Míguez Fernández & Carrero Bosch, 2019)
Para concluir, quisiera recordar y remarcar que para adoptar buenos hábitos de alimentación y tener un estilo de vida saludable no se requiere únicamente de las acciones individuales de cada personas sino que también es necesario una integración multidisciplinaria y un trabajo en conjunto con todos las posibles figuras que pueden intervenir como las instituciones gubernamentales de salud y política, los servicios de atención de salud, centros educativos incluidas las instituciones de educación superior, las figuras sociales como la familia y amistades, incluso desde un aspecto ambiental donde la seguridad alimentaria juega un papel fundamenta en la accesibilidad y disponibilidad de alimentos. Con esta conclusión, te invito no únicamente a adoptar buenos hábitos de alimentación sino además a promoverlos a través del ejemplo y la recomendación; y recuerda que el conjunto de acciones individuales pequeñas pero comprometidas y decisivas pueden lograr grandes y significativos cambios.

 

BIBLIOGRAFÍA:

Barriguete Meléndez, J., Vega y León, S., Radilla Vázquez, C., Barquera Cervera, S., Hernández Nava, L., Rojo-Moreno, L., . . . Ernesto Murillo, J. (2017). Hábitos alimentarios, actividad física y estilos de vida en adolescentes escolarizados de la Ciudad de México y del Estado de Michoacán. Revista Española de Nutrición Comunitaria, 23(1).

Bolaños Ríos , P. (2009). La educación nutricional como factor de protección en los trastornos de la conducta alimentaria. . Trastornos de la conducta alimentaria 10, 1069-1086.

Colmenares Capacho, Y., Hernández González, K., María Alejandra, P., Espinosa-Castro, J.-F., & Hernández-Lalinde, J. (2020). Hábitos de alimentación saludable en estudiantes de secundaria. Archivos Venezolanos de Farmacología y Terapéutica, 39(1), 70-79.

Díez , H. (2012). Guía para la promoción de hábitos saludables y prevención de la obesidad infantil dirigida a las familias. Madrid : CEAPA.

FACUA Andalucía. (2010). Hábitos de vida saludable. Sevilla: Junta de Andalucía. Consejería de salud.

Galarza, V., & Cabrera Gálich, G. (2008). Hábitos alimenticios saludables. Madrid: CECU: Confederación (de ámbito estatal) de Consumidores y Usuarios.

Míguez Fernández , L., & Carrero Bosch, I. (2019). Influenciade las redes sociales en la alimentación saludable. Madrid: Universidad Pontificia de comillas.

Montesinos Barrios, R. (2014). Guías para las familias: Cómo promover hábitos saludables y el desarrollo socioeducativo en niños y niñas a través del ocio y el tiempo libre. Madrid: CEAPA.

Navea Zárate , S. (25 de mayo de 2016). Santo Tomás. En línea. Obtenido de Comer en el trabajo: La importancia del tiempo y espacio: https://enlinea.santotomas.cl/blog-expertos/comer-trabajo-la-importancia...

Villarán , M. (24 de marzo de 2020). Oncosalud. Obtenido de https://blog.oncosalud.pe/como-pueden-las-familias-llevar-una-rutina-de-...

 

FUENTE:

¡HABLA, COME SANO!: Somos estudiantes de la clase de nutricion comunitaria, carrera de Nutrición Humana en Universidad ESPOL

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